Estamos acostumbrados a escuchar casi a diario, y más si eres joven y no tienes muchos ingresos, siglas como VPO, VPP, y demás que hacen referencia a algún tipo de protección.Por lo general, el precio de una vivienda de protección es mucho más barato que en el mercado libre, llegando incluso a un 50% más barata. Ese es su principal atractivo y lo que hace que la demanda sea tan elevada.
Por lo general, para optar a una vivienda de este tipo se requiere cumplir una serie de requisitos:
- No ser propietario de otro inmueble.
- Tener unos ingresos inferiores a tres veces el salario mínimo interprofesional (570,60 euros al mes).
Pero esto depende de cada comunidad autónoma o incluso municipio. También hay algunas situaciones personales que favorecen la adjudicación de una vivienda de protección oficial, como puedan ser estar en paro, ser discapacitado, o ser una mujer maltratada.
Los distintos tipos de viviendas protegidas existentes son:
- VPO: viviendas de protección oficial. Son las que están promovidas por empresas privadas.
- VPP: viviendas de protección pública o de promoción publica. Sustituyen a las VPO desde el 2002, los promotores son públicos, tienen precios inferiores, y los requisitos son más exigentes.
- VPT: viviendas de precio tasado. Su precio lo fija la administración, aunque tienen un precio mayor a las viviendas de protección pública. Su adjudicación es menos exigente.
- VPA: viviendas de promoción autonómica. Son aquellas promovidas por organismos autonómicos. Pero por lo demás, se comportan de igual forma que las VPP.
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