12/11/07

Reunificar deudas encarece los préstamos hasta un 80%

Pagar después para vivir ahora. Esa es la máxima de la reunificación de deudas, una operación a la que se ven abocadas numerosas familias que no pueden hacer frente a todos sus créditos y que buscan una reducción de la factura mensual, sea al precio que sea.

La subida de tipos de interés ha aumentado el atractivo y la demanda de este producto, que consigue rebajar hasta la mitad la cuota de cada mes gracias a que unifica en la hipoteca todos los demás créditos –el del coche, el personal y el de las tarjetas–. Así se pagan tipos de interés más baratos aunque por un periodo mucho más largo.Pero ese aligeramiento de la carga no es gratis, ni mucho menos. A base de alargar la vida de los préstamos se acaba pagando mucho más en intereses. Se puede llegar a aumentar un 80% el coste total, lo que en la práctica puede suponer pagar al banco 472.000 euros por una deuda inicial de 197.000, es decir, 275.000 euros de intereses y otros gastos.

Intermediarios financieros

La reunificación de deudas es coto casi privado de los intermediarios financieros, un sector que ha crecido como la espuma en los últimos años en España. Según datos de Tormo y Asociados, actualmente operan 53 empresas que cuentan con 5.710 establecimientos.

Ellos buscan la financiación para los clientes. En su mayor parte procede de entidades financieras, especialmente extranjeras, que tienen menos aversión al riesgo que las españolas y han visto en este negocio una vía para entrar en el mercado nacional. No obstante, en los casos especialmente difíciles los fondos los aportan inversores privados, que cobran intereses mucho más elevados ya que asumen más riesgo.

Dentro del sector financiero empieza a señalarse este negocio como lo más parecido que hay en España a las hipotecas “subprime” de Estados Unidos. Su proliferación ha causado alarma y ha llevado a los Ministerios de Economía y Hacienda y de Sanidad y Consumo a intentar regularlos.

Actualmente, está en tramitación un proyecto de ley con el que se les va a obligar a que se apunten en un registro y, sobre todo, a que detallen bien a los clientes el coste de sus servicios. Uno de los objetivos de esta normativa es intentar que sean más transparentes. En muchas ocasiones, los costes de las tasas se incluyen en la deuda unificada y el usuario ni se entera de que está pagando hasta un 10% por los servicios recibidos. Los honorarios dependen de cada entidad y operación, pero son más elevados que en las entidades financieras.

La subida de tipos de interés es el caldo de cultivo perfecto para estas operaciones. Y ahora también podría serlo la crisis financiera. En eso todavía no hay unanimidad en el sector. En la Agencia Negociadora de Productos Bancarios aseguran que la restricción del crédito a particulares y a empresas ha permitido incrementar su actividad un 60% en los últimos seis meses. En Credit Services, sin embargo, afirman que todavía no han notado que ninguna entidad financiera haya “cerrado el grifo”. Lo que parece claro es que la regulación se llevará por medio a una cuarta parte de las empresas, bien por fusión o bien por desaparición.

Fuente: http://www.publico.es

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