26/9/07

Los latinoamericanos suponen ya el 20% de las compras de pisos usados

La estructura familiar del colectivo y su rechazo a formar guetos son la clave. Los inmigrantes latinos compraron una de cada cinco viviendas el 2006 y este año copan el 25% de las ventas de Expofinques.

Los inmigrantes latinoamericanos se han convertido en uno de los motores del mercado inmobiliario español: han conseguido capear la carestía de vivienda y la subida de tipos mejor que los autóctonos y que otros colectivos inmigrantes gracias al apoyo de una familia extensa y a una alta tasa de empleo femenino.

Los inmigrantes latinoamericanos compran una de cada cinco viviendas usadas que se venden en las capitales españolas, lo que los convierte en uno de los principales motores de la demanda de vivienda. Mientras los inmigrantes de otras nacionalidades como los filipinos o pakistaníes tienden a concentrarse en un barrio o área geográfica -en el caso barcelonés, en Ciutat Vella-, los latinoamericanos en cambio no se agrupan en áreas cerradas, sino que compran en toda el área metropolitana, por lo que se han convertido en una de las bases de la demanda inmobiliaria en los distritos donde la vivienda es más económica, como Nou Barris, Horta-Guinardó y Sant Andreu en la ciudad de Barcelona, y fuera de ella en Collblanc y la Torrassa, en l´Hospitalet del Llobregat, y en Badalona, Sant Adrià de Besòs y Santa Coloma de Gramenet.

Según Tecnocasa, una red inmobiliaria de venta de vivienda usada que cuenta con 1.052 oficinas en España, los inmigrantes latinoamericanos compraron el 20,59% de sus pisos en el 2006. En Expofinques, firma catalana con 300 oficinas en todo el Estado, la proporción es aún más alta: supusieron el 21,68% de las ventas en el 2006, y este año suponen ya el 25,09% de las ventas.

La clave de las compras para los latinoamericanos, según ambos grupos inmobiliarios, ha sido el aumento del número de titulares por hipoteca. José Antonio Galdeano, presidente de Expofinques, explica que a nivel estatal cada vivienda comprada por el colectivo latinoamericano tiene ahora una media de 2,4 titulares, frente a los 2,2 del año pasado. En Barcelona, donde los pisos son más caros, el fenómeno ha sido más acusado y las viviendas que compran tienen 3,6 titulares, frente a los 2,8 del 2006. En Tecnocasa, a su vez, "los latinoamericanos suponen el 41,33% de las hipotecas con más de tres titulares que tramitamos".

Esta estrategia de comprar entre tres o más personas no se da entre los españoles, que compran piso para emanciparse o vivir en pareja, y es más difícil entre inmigrantes de otras nacionalidades, como los marroquíes, reacios al empleo femenino y a dar entrada en el hogar a personas ajenas a la familia nuclear.

El peso de los latinoamericanos entre los compradores de viviendas crece también porque tras la regularización muchos de ellos han conseguido consolidar su situación laboral y económica y están empezando a traer a su familia a España. "Conocen el idioma y tienen una cultura muy similar, por lo que aquí se sienten a gusto y muy pronto se plantean establecerse de forma permanente", explica Galdeano. Según Tecnocasa, "los inmigrantes empiezan a acceder a una vivienda en propiedad después de estar 4 ó 5 años en España. Por eso en los próximos años puede incrementarse la demanda real de este colectivo, siempre que las condiciones de acceso a la vivienda no se endurezcan más".

El presidente de Expofinques señala también "la austeridad" del estilo de vida de los inmigrantes frente al patrón de gasto de los españoles, que les permite afrontar mejor la carestía de la vivienda. "Aunque sean mileuristas, apenas gastan en viajes, en ocio o en comer fuera de casa, por lo que pueden dedicar a pagar la vivienda lo mismo que un español que gane 2.000 euros y aún pueden enviar dinero a su país".

- Comprar evita los prejuicios mejor que alquilar.

Los inmigrantes latinoamericanos prefieren comprar a alquilar, como los mismos españoles, porque consideran los arrendamientos caros y porque frecuentemente las viviendas que se alquilan son más antiguas y están en peor estado que las viviendas a las que podrían acceder en propiedad. El estudio de la UAB "La segregación residencial de la población extranjera en Barcelona", realizado por el profesor Jordi Bayona, apunta además que "los prejuicios contra la población inmigrante operan especialmente en el mercado de viviendas en alquiler", y no tanto en el de la propiedad, donde la decisión de venta es generalmente sólo económica.

Así, los compradores latinoamericanos, que buscan viviendas baratas, compran en los barrios que acogieron la inmigración del desarrollismo de los años setenta, y sustituyen como vecinos a esos inmigrantes que vuelven a sus localidades de origen o dejan de vivir de manera independiente por su avanzada edad y a sus hijos, que al formar una familia buscan pisos más amplios y mayor calidad de vida en localidades del entorno de Barcelona.

Fuente: http://habitandoelolvido.blogspot.com

0 comentarios: