11/12/07

¿Mitos o realidades? (I)

Acabo de ver un interesante artículo en el suplemento Su Vivienda de El Mundo, sobre algunos mitos o realidades acerca de la vivienda, y que me gustaría compartir con vosotros.

1. Los pisos nunca bajan ni van a bajar.

«Es difícil que los precios bajen, aunque excepcionalmente esto puede ocurrir. A diferencia de otros países, aquí los precios son muy rígidos a la baja», dice Gregorio Izquierdo, director de Estudios del Instituto de Estudios Económicos (IEE).

«La segunda mano ya está bajando; en los pisos nuevos es mucho más difícil», dice Luis Franco, profesor de Finanzas del Instituto de Práctica Empresarial (IPE).

«Entre 2007 y 2009 no es nada improbable que la disminución del precio se sitúe en euros corrientes alrededor del 20%, aunque lo intente ocultar la estadística del Ministerio de Vivienda. Una estadística más manipulada que una escopeta de feria», afirma Gonzalo Bernardos, profesor de Economía de la Universidad de Barcelona.

2. Alquilar una vivienda es tirar el dinero.

«Así lo es, si el precio de la vivienda sube de forma considerable. En cambio, si éste se estanca o baja, como en la situación actual, es un magnífico instrumento de ahorro. El motivo es que si el mismo piso, en lugar de comprarlo en 2007 lo adquiere en 2009, la cuota hipotecaria mensual que pagará será sustancialmente menor. La clave: el menor precio de la vivienda adquirida», dice Gonzalo Bernardos.

«Este mito es una mentira. Alquilar es 1/2 o 1/3 más barato que comprar la misma vivienda. Con la compra hay un 10% de impuestos no recuperables. Y ese coste supone casi cuatro años de alquiler», señala Gregorio Izquierdo.

Sobre este punto añade: «La gente no tiene claro hasta los 30 o 40 años qué tipo de casa necesita y meterse en una hipoteca antes de decidir la profesión y la familia que se va a tener no parece razonable».

«Depende del uso que se dé a la vivienda. El usuario tiene más confianza en una casa, que la ve, que en acciones», aporta Luis Franco.

3. Comprar vivienda es siempre una inversión.

«La vivienda tiene una doble vertiente: es un bien de uso duradero y un bien de inversión a través del cual las familias canalizan su ahorro. No conozco a nadie que haya comprado una casa hace cinco, 10 o 20 años y esté arrepentido, y estoy seguro que dentro de cinco, 10 o 20 años nadie se arrepentirá de haberlo hecho», afirma Julio Gil, gerente de la Asociación de Promotores Constructores de España (APCE).

Julio Rodríguez, ex presidente del Banco Hipotecario, en cambio, aprecia un ápice de mito en la afirmación: «Durante un periodo prolongado ha sido una inversión, pero no siempre lo es con carácter general. Todo depende de cada etapa».

4. Compro una vivienda y así se la dejo a mis hijos.

«El propietario se ha planteado históricamente dejar un patrimonio a sus descendientes, pero hoy la vivienda en propiedad cobra mayor importancia porque se puede utilizar como garantía para constituir una hipoteca flotante que permite obtener recursos para distintos fines (consumo, inversiones, etc.) y además, a través de la hipoteca inversa, podrá complementar su pensión», reflexiona el gerente de la APCE.

Julio Rodríguez conviene en que dejar una propiedad inmobiliaria en herencia a los hijos siempre es positivo, aunque subraya que esta tendencia es más una cuestión de «apego a la propiedad», la metalidad predominante en las últimas décadas entre los españoles, que una estrategia en sí misma de invertir pensando en los descendientes.

5. Cuanto más larga es la hipoteca, más fácil es pagar el piso.

En opinión de Pedro Juez, profesor de la UNED, «desde un punto de vista económico es un error solicitar el mayor número de años posible». Y pone un ejemplo: «Una persona que pide un préstamo de 200.000 euros al 4,5% de interés en 15 años deberá pagar una cuota mensual de 1.530 euros y si lo devuelve en 30 la letra no sería de la mitad (765), sino de 1.015. La reducción es cada vez menor a un mayor coste».

«A más años, el esfuerzo mensual de amortizar una hipoteca es menor, pero el coste es muy superior», apunta también José Antonio Blasco, de la Escuela de Negocios CEU.

6. Los políticos no ayudan a la compra de la vivienda.

«La mayoría de los políticos se dedica a hacer populismo con la vivienda. ¿Cómo puede ser que exista un problema de acceso a la vivienda en España si a finales de 2008 previsiblemente sobrarán casi 1.000.000 de viviendas? Realmente, desde mi humilde perspectiva, constituye un auténtico misterio», opina Bernardos.

«Esta afirmación no es cierta», considera, por el contrario, Pedro Juez, que imparte clases de Economía Aplicada. «Especialmente durante los últimos años las administraciones públicas han aumentado notablemente la vivienda de protección oficial».

«Además, deberían proporcionar, como dice la Constitución, el derecho a la vivienda, pero no necesariamente a través de la ayuda a la compra, sino que sería mucho más equitativo hacerlo a través de alquileres que estuvieran en concordancia con el nivel de renta de cada periodo del sujeto», agrega.

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