7/5/07

Qué ocurrió al estallar la burbuja inmobiliaria en Japón

Hace tiempo que venimos hablando de la burbuja inmobiliaria en nuestro país. Alguna vez la hemos comparado con la de Estados Unidos o con la de Irlanda. Hoy queremos contaros el relato de un japones que sufrió en sus propias carnes la tremenda burbuja inmobiliaria que sufrió su país a principios de los 90.

Hace 14 años, Yoshihisa Nakashima miraba a este tranquilo suburbio, a una hora y 40 minutos del centro de Tokio, y veía todos los atractivos del bienestar de la clase media japonesa: carreteras adornadas con cerezos, una comunidad donde los vecinos se saludaban por las mañanas y un colegio cercano para sus hijas.

Así que el Sr. Nakashima, un funcionario del ayuntamiento que entonces tenía 36 años, suscribió una hipoteca por casi el 100% de los 400000 dólares que costaba un apretado piso de cuatro dormitorios. Con los precios de la vivienda aumentando su por encima del 10% anual, recuperaría la inversión (junto con algunas ganancias) en cuando quisiese vender.

O eso pensaba. No mucho después de que comprase su vivienda, el mercado inmobiliario de japón explotó. Hoy su piso vale la mitad de lo que pagó. Dice que le gustaría mudarse a un sitio más cerca de su trabajo, pero no puede: el precio que le ofrecen por el piso no da para cubrir los 300000 dólares que aún debe al banco.

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El Sr. Nakashima dice que le llevará como mínimo otra década de pago de hipoteca antes de poder cambiar de vivienda. Y eso suponiendo que el piso no baje aún más de valor: una posibilidad real, ya que los bajos precios en el centro estan llevando a un nuevo boom de la construcción.

"No podemos vender y mudarnos a otro lado porque no podemos asumir los costes" - dice el Sr. Nakashima mientras cuenta su historia con cuidadosa precisión, párandose a veces para confirmar fechas - "La explosión de la burbuja nos robó la libertad de elegir dónde queremos vivir"

Le enfurece mucho la idea de que la vivienda sea vista como otra inversión. "Las casas deberían ser diferentes de las acciones. Si los precios de la vivienda se mueven demasiado, pueden arruinar tu vida"

El Sr. Nakashima ya se ha resignado a morir en el suburbio de Kashiwa. Despues de todo, se esta tranquilo aqui, dice. Tambien hay algo de historia: dicen que unas tumbas situadas cerca de su bloque de pisos contienen las cabezas de unos samurais, que fueron cortadas en una batalla alli hace cinco siglos.

Los economistas dicen que probablemente hay millones de personas como el Sr. Nakashiwa, intentando vivir sus vidas en casas que estan muy lejos de sus trabajos y por las cuales pagaron mucho más de lo que valían. Según dice Atsushi Nakajima, jefe de economia del grupo financiero Mizuho en Tokio: "Tenemos una generación entera de trabajadores atrapados en los suburbios lejanos. Es triste, pero Japón básicamente se ha olvidado de ellos y sigue adelante. Simplemente no estan ahí"

Atsushi Nakajima dice que él tambien estuvo a punto de "no estar ahí". En 1991 encontró un piso de 100 m2 a dos horas de Tokyo por 600000$. Su mujer le convenció de no comprar. Seis años después, compró un piso más grande en el centro de Tokyo por el mismo precio. "Quizá mi mujer debería ser la economista", dice.

Ahora que por fin Japón se está empezando a recuperar del estallido de la burbuja inmobiliaria de 1991, los economistas dicen que debemos aprender la lección de como terminar (o como no terminar) una larga subida continuada del precio de la vivienda.

Fuente original (en inglés): The New York Times
Traducción: ipunkrock.com
Agradecimientos a Silvimari, que me mandó el enlace de la traducción ;)

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